Waiting for Julieta

¿Qué hay en un nombre? Eso que llamamos rosa, lo mismo perfumaría con otra designación.
Julieta. Escena II Acto II. en “Romeo y Julieta” de William Shakespeare

El mundo nos ha enseñado sobre el amor, presentándolo desde una perspectiva romántica pero también desigual, donde existe un cazador y una presa, una figura con poder y otra sumisa ante ella. Afortunadamente, los tiempos están cambiando y la balanza del poder en las relaciones amorosas se está equilibrando cada vez más. ¿Cómo debemos responder a este cambio?

“Waiting for Julieta” es una fusión entre monólogo y biodrama escrito, dirigido y actuado por Emmanuel Pichardo Caballero, en el que interpreta a un actor (posiblemente él mismo o tal vez un alter ego) que siempre ha anhelado representar el papel de Julieta en la obra “Romeo y Julieta” de William Shakespeare. Este encuentro con el público se convierte en la ocasión perfecta para desafiar tabúes y cumplir su sueño al ponerse un vestido e interpretar el anhelado papel.

La ambientación íntima se ve realzada por los momentos de biodrama, donde Emmanuel nos sumerge aún más en su mundo personal al compartir fragmentos de sus propias experiencias amorosas.  Este enfoque transparente no solo añade una capa adicional de autenticidad a la interpretación, sino que también crea una conexión más profunda entre el actor y la audiencia.

Emmanuel no se limita a relatar la historia clásica, sino que entrelaza su propia experiencia y nos comparte fragmentos de sus relaciones amorosas, reconociendo los errores cometidos y explorando cómo este proceso le ha llevado a deconstruir la idea del amor romántico.  A través de su narrativa íntima, cuestiona y reflexiona sobre los roles tradicionales de género, abordando la pregunta fundamental: ¿Cuál debe ser el papel de un hombre dentro de una relación amorosa? 

Esta exploración personal y crítica no solo añade profundidad a su interpretación de Julieta, sino que también invita al público a reflexionar sobre las expectativas y normas preestablecidas en las relaciones, contribuyendo así a una conversación más amplia sobre la equidad de género y la evolución de las dinámicas románticas en la sociedad actual. Al cuestionar las dinámicas de amor romántico obsoletas que han sido históricamente impuestas por la sociedad, se abre la puerta a la posibilidad de construir relaciones más auténticas y significativas. 

La idea de que uno debe cumplir con roles predefinidos basados en el género se revela como una limitación que, al superarse, nos permite explorar nuevas formas de conexión y afecto. Esta reflexión no sólo transforma la manera en que vivimos y experimentamos el amor, sino que también contribuye a la construcción de un panorama romántico más inclusivo y libre de prejuicios.

Acompañando a Emmanuel en esta travesía teatral está Karla Caridad Gómez Pérez, quien desde una esquina del escenario asume el papel de asistente y técnica de la puesta en escena. Controla la iluminación con maestría, selecciona las canciones y prepara la utilería, todo mientras interviene en la conversación con el público y ofrece acotaciones perspicaces sobre lo que se desarrolla en escena.

La interacción dinámica entre el actor y la asistente no solo mejora la fluidez del espectáculo, sino que también enriquece la experiencia para la audiencia, facilitando un acercamiento más íntimo a la historia. En este biodrama, se explora el espíritu del teatro cabaret, fusionando música, comedia e interacción directa con el público. Además, no puede faltar un deshinibidor al ingresar a la sala de teatro para completar la experiencia.

En lugar de perpetuar estereotipos de género obsoletos, la evolución de las relaciones amorosas nos invita a abrazar la igualdad y la reciprocidad. La respuesta a este cambio radica en la construcción de relaciones basadas en el respeto mutuo, la comunicación abierta y la colaboración. Es momento de desafiar las expectativas tradicionales y fomentar un enfoque más equitativo, donde ambos individuos contribuyan al crecimiento y la felicidad de la pareja de manera equitativa. Así, podemos forjar un nuevo paradigma amoroso, más inclusivo y en armonía con los tiempos modernos. Todxs podemos ser Julieta.



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