Donde habita el olvido

A partir de la segunda mitad del siglo XX, la migración de grandes concentraciones de población del campo hacia las ciudades mexicanas provocó que estas se convirtieran en espacios de aglomeración. Ante ello, los gobiernos estatales y municipales requirieron contar con planes estratégicos de desarrollo, así como proyectos de urbanización que dieran respuestas a las nuevas necesidades (Cabrero Mendoza, E. y Gil García, C., 2010).

Estos grandes proyectos urbanos, según Cuenya y Corral (2011), están orientados a transformar funcional y físicamente áreas estratégicas que quedaron relegadas por la decadencia de sus usos, de manera que puedan adaptarse a los nuevos requerimientos de consumo que plantea el modelo capitalista. Rodríguez (2021) señala que este tipo de proyectos conllevan un proceso de gentrificación y un desplazamiento de la clase baja, que se extiende no solo al polígono de intervención, sino también al espacio circundante y su entorno.

El desplazamiento asociado a proyectos de infraestructura lleva consigo un reasentamiento, es decir, la relocalización forzada de la población en el mismo territorio nacional por parte de la autoridad estatal (Blanco y Apaolaza, 2016). Si dejamos de lado los términos académicos, es posible humanizar este desplazamiento al mencionar que son familias enteras las que, de un día para otro, se quedan sin sus hogares y se ven forzadas a reiniciar su vida en otro lugar.

Con el paso de los años, las historias de estas familias se van perdiendo en el ir y venir de los habitantes. Ese nuevo espacio público es re-habitado por transeúntes, paseantes y ambulantes. Se entierran bajo concreto y varilla las cocinas de las casas, los armarios, las cenas con papá después del trabajo.

Si bien las notas periodísticas y los anuarios institucionales pueden contarnos la historia de lo que aconteció en ese espacio antes de reurbanizarlo, la memoria se pierde entre escritos oficiales y reportajes a modo. Johnson (2020) señala que la memoria se puede considerar el lado opuesto de la historia, ya que se trata de una “parte experiencial, subjetiva, fluida, no confiable de la conciencia temporal humana”, mientras que la historia, en busca de ser objetiva, cuenta las cosas como “realmente pasó”.

Cubit (2007, en Johnson, 2020) define el estudio de la memoria como aquellas maneras en que una conexión del paso con el presente se mantiene y desarrolla entre las poblaciones y sus culturas. Esta conexión lleva a pensar en una (re)presentación y (re)creación, las cuales es posible concebirlas a partir del teatro, siendo éste

“…instrumento para aprehender y decir el mundo a partir de la recreación crítica de las contradicciones de la realidad, de la reelaboración de las historias de todos los días con sus problemáticas individuales y colectivas, consideradas en una perspectiva dialéctica, analizando críticamente las relaciones de poder y de hegemonía que justifican la existencia de palabras como ‘amo’ y ‘esclavo’, o ‘pobre’ y ‘rico’” (Vieites, 2019).

“Donde habita el olvido” es una puesta en escena dirigida por Malcom Vargas, con textos de él mismo, Misael Garrido y Leticia Parra. Está basada en una investigación del historiador Jaime Sánchez Macedo acerca del desarrollo del espacio público en el centro de la ciudad de Monterrey en las últimas décadas del siglo XX.

La pieza se enfoca específicamente en el proceso alrededor de la construcción de la Macroplaza, un proyecto que buscaba conectar los edificios del Palacio de Gobierno y el Palacio Municipal de Monterrey, además de promover el desarrollo de un distrito de negocios alrededor de él. Para ello, fue necesario derribar más de 30 manzanas ocupadas en su momento por comercios y casas habitación.

Leticia Parra, actriz que lleva a cabo la obra, vivió la experiencia del desplazamiento al ser habitante de una de esas manzanas. Cuenta al público sobre el negocio de fumigación que tenía su padre en su casa, las fricciones de los vecinos con los responsables de la obra y el alejamiento (físico y emocional) de varios de ellos a raíz de su reubicación.

Esta experiencia teatral toma elementos del performance y del teatro documental. El público recorre tres espacios del Teatro de la Ciudad de Monterrey, y en cada uno tenemos un fragmento de historia. Dicho recorrido, que inicia dentro de la Sala Experimental, también tiene carga memorial, ya que el teatro forma parte de los edificios circundantes a la Macroplaza, porque lo que su existencia es producto del desplazamiento; el público se desplaza ahora en placas de concreto que quizás hace unos años eran el cuarto de los niños o el patio con árboles frutales.

El recorrido, al igual que la memoria y el recuerdo, está fragmentado. Afuera de la Sala Experimental, se muestran en pantalla notas de prensa aludiendo al progreso y la modernidad, mientras que en el suelo, un par de actrices cargan pesados bloques de concreto para simular la traza original del espacio derrumbado. Leticia, mientras tanto, nos señala los lugares de los que anteriormente nos había platicado.

La última parada de este recorrido nos lleva a una representación museográfica de referenciales perdidos: el cine, la estación de televisión, el carretón de macetas, el puente sobre el arroyo. La modernidad nos permite revivirlos gracias a la impresión en 3D y conectarlos con un recuerdo a color mostrado en fotografías.

Por su ubicación geográfica en el centro de la ciudad, la Macroplaza es un centro burocrático, al albergar edificios de gobierno, un centro cultural al rodearlo museos y teatros, un centro de conexión al tener una estación de metro que conecta con otros 3 municipios y un centro de convivencia al ser uno de los pocos espacios públicos de gran tamaño. Por lo tanto, todos sus habitantes tienen alguna memoria con ella: fueron a dar el grito de independencia, acordaron un punto de venta por internet o tuvieron su primera cita.

Al ser un proyecto que busca apelar a una memoria perdida, Leticia se vale de sus recursos actorales (especialmente de la narración oral) para contarnos a partir de la verdad, la propia y la de la memoria compartida con quienes eran sus vecinos. Usa un overol de construcción, porque se convierte en una guía de las ruinas que lleva al público a que construya su propia memoria de ese espacio.

“Donde habita el olvido” es una obra que trasciende el momento de la representación, ya que motiva a su audiencia a preguntarse (y preguntarle a otros) por el pasado. Mientras el espectador regresa a su casa, tiene que atravesar otros sectores de la plaza: ¿Qué habrá habido ahí donde ahora está la estatua de Juan Zuazua? ¿En qué esquina estaba el Cine Elizondo? ¿A dónde se fueron las familias que vivían ahí?

También invita a la reflexión sobre este tipo de desplazamientos en la actualidad. Si bien el crecimiento exponencial de las ciudades en los últimos años ha llevado a los gobiernos a pensar en otro tipo de grandes proyectos urbanos, es ahora el sector privado quien amenaza con el desplazamiento. Las casas unifamiliares en el centro de la ciudad de Monterrey están dando paso a desarrollos verticales de varios pisos de altura. La historia se repite, solo que ahora el lobo es más voraz.


Bibliografía

Blanco, Jorge, y Apaolaza, Ricardo. (2016). Políticas y geografías del desplazamiento: Contextos y usos conceptuales para el debate sobre gentrificación. Revista INVI, 31(88), 73-98. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-83582016000300003

Cabrero Mendoza, Enrique, y Gil García, Carlos. (2010). La agenda de políticas públicas en ciudades mexicanas durante el siglo XX: ¿cien años de soledad municipal?. Estudios demográficos y urbanos, 25(1), 133-173. Recuperado en 6 de agosto de 2023, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0186-72102010000100133&lng=es&tlng=es.

Cuenya, Beatriz, y Corral, Manuela. (2011). Empresarialismo, economía del suelo y grandes proyectos urbanos: el modelo de Puerto Madero en Buenos Aires. EURE (Santiago), 37(111), 25-45. https://dx.doi.org/10.4067/S0250-71612011000200002

Janoschka, Michael. (2016). Gentrificación, desplazamiento, desposesión: procesos urbanos claves en América Latina. Revista INVI, 31(88), 27-71. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-83582016000300002

Johnson, A. W. (2020). El performance de la memoria histórica en el norte de Guerrero. Dimensión Antropológica, 80, 37–67. Recuperado a partir de https://revistas.inah.gob.mx/index.php/dimension/article/view/17636

Rodríguez, Gonzalo Martín. (2021). Grandes Proyectos Urbanos, gentrificación y desplazamientos en Buenos Aires, 1991-2010. Revista de urbanismo, (45), 67-86. https://dx.doi.org/10.5354/0717-5051.2021.60678

Vieites, Manuel F.. (2019). Teatro y memoria: algunas claves para una intervención social crítica. Prospectiva, (28), 253-283. https://doi.org/10.25100/prts.v0i28.6738


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