A raíz de la prohibición para salir de Irán por negarse a hacer el servicio militar, Nassim Soleimanpour escribió la obra Conejo Blanco, Conejo Rojo. En ella propone una “máquina teatral” en la cual se requiere de los elementos mínimos para que exista el teatro: un actor, un texto y un público. Sin embargo en esta ocasión ni el actor ni el público conocen el texto hasta el momento inmediato a que se da la tercera llamada. Así, el actor o actriz deberá leer en voz alta el texto propuesto por Soleimanpour y enfrentarse a ciegas con el acto escénico. Además, el autor pide que el espectador deje de ser un sujeto pasivo y se involucre más en la convención del teatro como acto comunitario.
El texto fue estrenado en 2011 en el Summerworks Festival en Canadá y en el Fringe Festival en Edimburgo. Desde entonces ha dado a la vuelta al mundo, siendo traducido a más de 20 idiomas. A México llegó en el 2014 a través del Festival Centro Histórico México, siendo además el estreno de la obra en español. En 2016, la compañía productora La Teatrería adquiere los derechos para realizar una temporada en la Ciudad de México, con personalidades como Ludwika Paleta, Daniel Giménez Cacho, Héctor Suárez Gomís, Victor Trujillo y Luis Gerardo Méndez. Este múltiple elenco se debe a que quien sube al escenario a leer la obra, solamente lo puede hacer una vez en su vida, lo que además convierte a cada presentación en una ocasión única e irrepetible.
Durante todos los miércoles de noviembre de 2016, la obra se está presentando en el Centro Cultural Plaza Fátima, ubicado en la ciudad de San Pedor Garza García, con un elenco que incluye desde a Nacho Llantada, vocalista de Los Claxos, hasta a la primera actriz Susana Alexander, pasando por la actriz regiomontana de teatro musical Paloma Cordero e incluso actrices de televisión como Esmeralda Pimentel.
Tuve la oportunidad de ver el inicio de esta temporada en el CCPF precisamente con Esmeralda Pimentel. La experiencia como espectador es interesante porque no hay ninguna referencia hacia lo que va a suceder en escena. No se sabe si uno verá una comedia, un drama, una farsa o quizás hasta un melodrama. Para eso es necesario ir solamente con la disposición a vivir una experiencia escénica. CBCR podría catalogarse más como eso, una experiencia escénica, que como una obra de teatro formal. Lo cual no quita el valor artístico que pueda tener en su ejecución ni tampoco el impacto que pueda tener en quien decide involucrarse.
Una de las convenciones en las que se le pide al público que participe desde un inicio es en la de #NoSpoilers, es decir, no revelar ningún detalle sobre la historia que sucede. Uniéndome a dicha causa no puedo comentar nada sobre lo que sucedió en escena, sin embargo si me gustaría apuntar algunas cosas sobre la participación de Esmeralda Pimentel. Ella es una actriz joven, cuyo trabajo ha estado enfocado primordialmente en melodramas televisivos, y unas cuantas obras de teatro, siendo la más reciente “La Dalia Negra” en la cual debutó, curiosamente, en la gira por Monterrey.
La presentación de Esmeralda en CBCR dio inicio en punto de las 7:45 pm. Apareció sobre el escenario del auditorio del CCPF con una vestimenta sencilla y recibió el sobre con el guión de manos del productor local para comenzar con la lectura. Hubo momentos en la lectura en que el nerviosismo se apoderó de ella, lo cual se notaba en un ritmo muy acelerado al momento de leer y a veces en su cara. Esto es comprensible pues para quien lee el texto no sólo implica ir enfrentándose con algo nuevo en cada línea, sino que además está frente a un auditorio expectante de sus actos. Hay una doble carga de nerviosismo que quizás no cualquier actor estaría dispuesto a enfrentar.
Al finalizar la presentación, Pimentel ofreció una conferencia de prensa con medios convocados, donde resaltó que CBCR es una manera distinta de hacer teatro ya que al no haber un director o un ensayo previo, sino solamente el alma del autor. Resaltó que participar en proyectos se convierte en un privilegio ya que es un voto de confianza con el autor para decir sus palabras.
Las convenciones que propone la máquina teatral escrita por Nassim Soleimanpour se convierten también en un acto político, un ejercicio democrático en donde se abre la oportunidad para que alguien alce su voz y sea escuchada. En estos tiempos preTrump se hacen necesarios más actos performáticos que nos permitan hablar y escuchar, sin importar nuestro origen, nuestras creencias ni formas de pensar. ¿Es entonces teatro es una válvula de escape? Lo puede ser, siempre y cuando haya voluntad arriba y abajo del escenario.
La entrevista
Posterior a la presentación de CBCR en Monterrey, tuve la oportunidad de conversar vía telefónica con José Manuel López Velarde quien, junto con Oscar Carnicero, produce “Conejo Blanco, Conejo Rojo” a través de su productora/espacio teatral “La Teatrería”.
¿Cómo conoces CBCR y qué te llama la atención del proyecto?
Siempre estoy buscando qué cosas de teatro se están haciendo en el mundo. Un día descubrí el proyecto porque me llegó un mail con la información y ese mismo día Soshana Polanco, nuestra productora internacional, nos idjo que le habian ofrecido los derechos de la obra. Me parece un proyecto muy interesante porque en realidad es un poco la esencia del teatro, es como esta cuesitón que sucede sólo en el teatro, una cosa que sucede solo esa noche, que e sirrepetible. Que aunque sea una obra que tiene cierto texto, lo que sucede ese día nunca más va a poder volver a suceder, pero llevado a la potencia. Evidentemente al momento de leer el texto me pareció que además de esta forma de hacerlo, los motivos del autor me dicen que no es sólo un capricho. Me pareció un proyecto muy redondo, además de tener la oportunidad de tener este elenco tan variado.
Ya que mencionas lo del elenco, éste es muy diverso tanto en CDMX como en Monterrey, porque tienen gente dedicada enteramente al teatro, gente que hace televisión e incluso gente que se dedica a la música ¿qué características buscaron ustedes cuando integraron el elenco?
Buscamos precisamente esa diversidad. En realidad solo Nacho Llantada y Ely Guerra son exclusivamente músico. Buscamos que tuvieran un perfil que pudiera trascender la interpretación y además que fueran gente profesional en el escenario. De todos modos siempre es un reto, yo he estado en la mayoría de las presentaciones en la Ciudad de México y cada obra es muy diferente, de pronto es riesgosa, todo puede pasar.
¿Qué tipo de reacción esperaban del público al iniciar el proyecto y qué reacciones han tenido hasta la fecha?
Siempre uno empieza un proyecto con la expectativa de que se coloque, que la gente vaya y que le guste. En este caso superamos nuestras expectativas altamente, ha sido una respuesta increíble. Las primeras funciones que anunciamos en México se agotaron en una semana, por eso hicimos una segunda temporada. Ha casuado un revuelo, creo que tanto por la combinación de estas personalidades tan interesante como por el misterio que hemos logrado entre el público, los actores y la prensa al no revelar el contenido de la obra #NoSpoilers.
Hay en ocasiones una diferencia muy marcada entre el teatro con fines meramente mercantiles del teatro de intención estética o de propuesta artística. CBCR en México fluctúa entre ambas definiciones al tener entre su elenco a actores y actrices que no están relacionados con este teatro “de arte” y al ofrecer un experimento teatral fuera de lo comercial ¿Cómo enfrentaron este reto de no encasillarse en algún tipo de teatro? ¿Esa fue la intención al elegir el elenco para México y Monterrey?
Para mí es una bandera personal, y por consiguiente es algo que aplico en La Teatrería (tanto el teatro como la productora), la disolución de esa barrera que a mi me parece artificial y un poco tonta. Me parece que un teatro de calidad, con contenido, puede ser un teatro comercial. El teatro lo que no puede ser es un lugar donde solamente te interesa llenar una sala, independientemente de lo que dice. Si lo que quieres solamente es llenar una sala, mejor dedícate a otro tipo de cosa… a vender tacos ( no por menospreciar la venta la tacos). Cualquier teatro que precise de decir algo, de que haya una calidad escénica y de un discurso escénico, de entrada ya no sería teatro, sería otra cosa. Partiendo de esa base, hay cosas que pueden atraer a un público más numeroso y otras que no, lo cual no los hace mejores o peores. Sólo hay que saber cómo y dónde colocarlas para que cumpla con su objetivo de llegar a quien uno quiere que llegue. En el caso de Conejo Blanco Conejo Rojo me parece una conjunción muy interesante de un texto que tiene un discurso, de una forma de hacerlo con toda la calidad y con todo el compromiso, y que se puedan juntar diferentes personalidades de diferentes lugares, donde incluso podemos romper estereotipos de todo. Por ejemplo hace unas semanas tuvimos a Alejandra Bogue, que es una actriz trans, hemos tenido a Ely Guerra que es una rockera, a Víctor Trujillo que además de actor es analista.
Monterrey es una plaza un poco difícil para el teatro ¿Qué oportunidad vieron en la ciudad para decidirse a traer el proyecto?
Tuvimos el acercamiento de Diego Cantú, nuestro socio en Monterrey y como productora siempre hemos querido descentralizar la oferta que tenemos en México. Esta obra se presta mucho porque es muy sencilla y económica de mover. Queremos ademas que con toda esa cuestión de censura que he percibido últimamente con algunos espectáculos que se han querido montar y que han tenido dificultades. La obra también habla de eso y es importante que el público regio escuche.
El texto de CBCR surge a partir de una postura política del autor, buscando sacar su voz de Irán ¿Tú crees el teatro es la mejor herramienta para hablar de lo que no se nos permite hablar?
No sé si sea la mejor, me parece que es una, puedes hacer eso en twitter o en facebook. Me parece que el teatro tiene una característica que no tiene ninguna otra: hay un contacto humano frontal. Tienes a una persona frente a ti de carne y hueso que está queriendo decirte algo. En el caso de CBCR es una persona al otro lado del mundo que no podía salir, hablando a través de otra persona, lo cual lo hace muy interesante.
FICHA TÉCNICA
Elenco en Monterrey
02 de noviembre
Esmeralda Pimentel
Nacho Llantada
09 de noviembre
Susana Alexander
Anabel Ferreira
16 de noviembre
Alexis Ayala
María Aura
23 de noviembre
Dominika Paleta
Horacio Pancheri
30 de noviembre
Paloma Cordero
Rodrigo Murray
Texto: Nassim Soleimanpour
Dramaturgia: Daniel Brooks y Ross Manson
Traducción del texto original al español: Lucinda Gutiérrez Ruiz
Producción original: Volcano Theatre, Necessary Angel y Wolfgang Hoffman
Productores generales en México: Oscar Carnicero y José Manuel López Velarde
Productora Ejecutiva: Shoshana Polanco
Productor ejecutivo en Monterrey: Diego Cantú Heinrichs
Asistente de producción y Stage manager: Jaime A. González Reyna.