¿Qué nos queda cuando todo se acaba? Se han ido las ciudades, se han ido las nubes, se han ido los amigos. Nos quedan sólo la memoria y sus recuerdos. Nos quedan esas tardes en el pasto, esa sensación el agua cayendo en tu hombro y esa voz que alguna vez nos dijo “te amo”.
Bajo la dirección de Edgar M. Vega se presentó la obra “Prohibido acostarse al sol”, un texto de Verónica Bujeiro ubicado en un futuro donde lo único que queda persiste es la memoria y el recuerdo. La puesta escena cuenta con las actuaciones de Eva Tamez y Ramón Villegas, quienes interpretan a A y B, dos personajes que a través de pequeños objetos van trayendo poco a poco su recuerdos a un presente no muy alentador.
El ambiente generado con una escenografía sencilla y en el espacio íntimo de Ka Ye Kuali permite al espectador sentirse en un tiempo y espacio donde ya no queda nada, donde la humanidad se ha rendido al tiempo y sólo buscamos los recuerdos.
La obra tiene un ritmo interesante y te va llevando hacia la desesperación de los personajes por conservar sus recuerdos. Aún cuando tiene algunas áreas de oportunidad en la parte de producción audiovisual e iluminación (no resulta muy agradable tener que ver directamente a un foco) , la puesta en escena cumple con su misión y respeta al pie de la letra el texto de Bujeiro.
Producciones independientes como “Prohibido acostarse al sol” hacen falta en la escena teatral de Nuevo León, ya que nos muestran historias que nos pueden llevar a reflexionar sobre nosotros mismos y qué es lo que nos quedaremos cuando ya no tengamos nada.
FICHA TÉCNICA
Reparto
A: Ramón Villegas
B: Eva TamézDirección y producción
Edgar M. VegaAsistente de dirección y producción
Diana Martínez y Ana MartínezAudiovisual
Aaron MejíaVoz femenina
Ana Martínez
Sofía CazRealización de vestuario
Emma VegaRealización de escenografía
Diana Martínez, Eduardo Zamora y Ana Martínez